viernes, noviembre 27, 2015

COLUSION: NO SE SALVA NI EL DETERGENTE..... Y VIENEN MAS

Unilever y P&G, concentran el 95% de la oferta de detergentes en el pais, a raiz de esto  el 4 de abril del 2013, el Fiscal Nacional Económico, Felipe Irarrázaval, presentaba un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia contra de la empresa Unilever por abuso de posición dominante y pidió una multa de US$ 20 millones, debido a que las  Diferencias eran abismantes y los montos de colusion les generarian ganancias  que alcanzarían un 300%, si un 300%.




 Unilever, La trasnacional holandesa, que domina el 77% del mercado de detergentes en el país con productos como Omo, Drive, Skip y Rinso, negó que haya incurrido en bloqueo a sus competidores. Diciendo que: “Son prácticas comerciales habituales en el mercado, en Chile y el mundo…”(habituales porque ya lo habiamos visto en las Farmacias y en el Papel Higienico?).


“En los detergentes hay indicios de que hay colusión y la fiscalía ya lo ha denunciado”, sostuvo Hernán Calderón, presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile (Conadecus).
Esto, en relación a las dos empresas monopólicas que controlan el mercado de los detergentes: Unilever con sus productos Omo, Skip, Drive y Rinso, y Procter & Gamble con las marcas Ace y Ariel.
“Hay señales de colusión pero se necesita realizar una investigación más detallada, es tarea de la Fiscalía Nacional Económica investigar más profundo lo que sucedió en este tema, lo que puede demorar meses u años”, aseguró el máximo dirigente de la Conadecus.

La Fiscalía sostuvo que Unilever buscaba llegar a acuerdos, incentivos, descuentos o premios destinados a que los supermercados otorgaran exclusividad de venta a sus productos.
Luego de la denuncia por presunto abuso de posición de dominio mediante prácticas exclusorias de Unilever en el mercado del detergente para lavado de ropa, con sus marcas Omo, Drive y Rinso, se logró en mayo del 2014 un acuerdo conciliatorio entre la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y Unilever Chile.
En el acuerdo Unilever asumió diversas obligaciones para modificar sus prácticas comerciales en la distribución y comercialización de sus productos, con el fin de que otros fabricantes e importadores de detergente contasen con mayores posibilidades para la distribución y exhibición de sus productos y así dar más alternativas a los consumidores.
 



El detergente es el segundo producto más importante de la canasta familiar y un mercado altamente concentrado, lo que impide la entrada de nuevos competidores y obliga a los consumidores a optar siempre por los mismos productores, en vez de encontrar alternativas de calidad y a un bajo precio.
Así mismo Unilever concentra el 75% del mercado con sus productos Omo, Skip, Drive, Rinso y Procter & Gamble, se queda un 20% con las marcas Ace y Ariel.

Unilever habría otorgado una serie de beneficios a distribuidores mayoristas y supermercados con el objetivo de lograr la comercialización casi exclusiva de sus detergentes. Estos incentivos, que eran hechos a medida según el agente al que se le ofrecían, fueron entregados a mayoristas en el canal tradicional que representan cerca del 90% de las ventas en este canal, y a supermercados que representan el 95%.
Entre los beneficios ofrecidos se encuentran descuentos sobre el valor de la compra condicionado a la venta exclusiva de sus productos o a la venta limitada de productos de otras marcas como el que se ofreció a Rabie, principal actor en el canal tradicional. Además ofrecía “descuentos condicionales retroactivos” a distribuidores mayoristas que no tenían descuentos de exclusividad como Adelco, Mayorista 20 y Depac y a cadenas de supermercados como Censosud, Walmart y Tottus, que buscaban evitar su apertura hacia otros competidores. Estos descuentos sobre el valor de las compras estaban atados al cumplimiento de metas de ventas o metas de participación del mercado. Por último, estaban los premios por crecimiento relativo que se otorgaban si el crecimiento de las ventas de Unilever superaba al crecimiento del mercado de detergentes.
Estas políticas de descuentos constituyen una práctica anticompetitiva pues bloqueaban el acceso de los competidores al canal tradicional de distribución. Además, los incentivos por participación del mercado constituían una exigencia al distribuidor para que la empresa dominante alcance una determinada participación en las ventas en perjuicio de los demás competidores. Respecto de los descuentos por crecimiento relativo, estos implicaban un aumento en la participación de Unilever en desmedro de sus competidores.





Asimismo, la fiscalia solicitó al TDLC sancionar a Unilever con 20,000 unidades tributarias anuales (US$ 17 millones). Para evitar las sanciones por parte de la TDLC, Unilever llegó a un acuerdo conciliatorio con la FNE y las demás empresas que la demandaron por prácticas anticompetitivas. Unilever firmó un acuerdo en el que se comprometía a no ofrecer, aplicar, pagar o financiar incentivos o premios que tengan por objeto la exclusividad en la comercialización o distribución o que estén atados a metas de ventas, ni que busquen tener una posición preferente en las góndolas de supermercados durante diez años. Además, se abstendrá de impedir o restringir la posibilidad de que sus competidores contraten publicidad, y de imponer la obligación de ventas atadas. Por último, debía pagar a las empresas demandantes entre US$ 3 y 5 millones.
Estos acuerdos aplican no solo para el mercado de detergentes, sino también a aquellos productos fabricados, importados o comercializados por Unilever en Chile en las que las ventas a nivel nacional sea igual o superior al 60%. Entre estos productos se tienen algunos como los suavizantes, lavalozas, mayonesas y ketchup en el canal de supermercados y, en el canal tradicional, a los jabones, pastas dentales, desodorantes y té.


Por otra parte Calderon destaco  que: “están a un paso de la colusión y que no se han podido descubrir aun, estas serían: los bancos, tres productores de Cerdo que concentran un 90% del mercado, tres empresas de telecomunicaciones que tienen el 98% del mercado”.
Calderón hizo hincapié en que las empresas “hay signos y señales que el mercado chileno está ‘cartelizado’, que se han transformado en verdaderos carteles que evitan la competencia, cuando se transforman en monopolios hay una atracción fatal de las empresas por coludirse”.

Jaime Riquelme D. 
@icecreampuq

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